Evangelio de hoy - Jueves, 3 de abril de 2025 - Juan 5,31-47 - Biblia Católica

¡Bienvenidos a nuestro encuentro diario con la Palabra de Dios! Hoy meditaremos sobre las lecturas del día, extraídas del Libro del Éxodo (Éxodo 32,7-14) y del Evangelio según San Juan (Juan 5,31-47). Estos pasajes nos hacen reflexionar sobre la misericordia divina y la importancia de reconocer y aceptar el testimonio de Cristo. Primera Lectura (Éxodo 32,7-14): En este pasaje vemos uno de los momentos más críticos de la historia de Israel: el pecado de la idolatría. Mientras Moisés está en el monte recibiendo las tablas de la Ley, el pueblo se extravía y construye un becerro de oro para adorar. Dios expresa su justa indignación y amenaza con destruir la nación, pero Moisés intercede a favor del pueblo. Tocando el corazón de Dios con su súplica, Moisés recuerda las promesas hechas a Abraham, Isaac y Jacob, y el Señor, en su infinita misericordia, renuncia al castigo. Esta lectura nos enseña sobre el peligro de la idolatría, que no se limita a las imágenes, sino a todo lo que ponemos en el lugar de Dios en nuestras vidas. Nos muestra también el poder de la intercesión y la inmensa misericordia divina, que siempre está dispuesta a perdonarnos cuando nos arrepentimos sinceramente. Evangelio (Juan 5,31-47): En el evangelio de hoy, Jesús habla de los testimonios que confirman su misión divina. Menciona a Juan el Bautista, sus propias obras, el Padre y las Escrituras como evidencia de su identidad. Sin embargo, muchos de los que lo oyeron se negaron a creer, porque buscaban la gloria humana en lugar de buscar a Dios. Este pasaje nos desafía a examinar nuestra fe. ¿Aceptamos realmente el testimonio de Cristo? ¿O estamos tan centrados en nuestros propios deseos e intereses que no reconocemos la verdad? Jesús nos muestra que las Escrituras apuntan a Él, y que sólo a través de Él encontramos la vida eterna. Reflexión y llamado a la conversión Las lecturas de hoy nos hacen reflexionar sobre la fidelidad a Dios. El pueblo de Israel, en el desierto, rápidamente se alejó del Señor, pero Moisés intercedió y Dios manifestó su misericordia. En el Evangelio vemos que muchos rechazaron a Cristo, incluso ante tantos signos. ¿Y nosotros? ¿Estamos atentos a la voz de Dios o distraídos por las "idolatrías" del mundo? ¡Que estos pasajes inspiren nuestra búsqueda sincera de Dios y nos lleven a una fe más profunda! Deja en los comentarios cómo resuena este mensaje en tu vida y cómo has recibido el testimonio de Cristo. 📖 Lecturas del día: Primera lectura: Éxodo 32,7-14 Evangelio: Juan 5,31-47